8 oct 2010

Sin siquiera levantarse

Eran tan ágil que marcó de chilena sin saltar. Era tan bueno, que antes de que llegase el balón, ya se estaba alejando victorioso, con paso altivo.

Aunque la otra persona no había terminado su frase, él respondió sacando un trapo sucio  muy bueno del que nadie se acordaba. Lo tenía ahí, preparado, desde hace años. Era una broma que no tenía sentido en casi ningún sitio, pero él la tenía siempre en la mente, esperando a que llegase el día en que pudiese meterla. Y esa tarde, mientras el otro empezaba a hablar, fue feliz porque sabía que habia merecido la pena la espera. Nadie comprendería cómo había sido capaz de tener semejante respuesta ingeniosa, tan rápida, tan fuera de lugar y a la vez tan acertada. Totalmente apasionante para los amantes de la respuesta rápida. Sólo un cerebro descomunal  podía trabajar de esa forma. Y esa noche, su obra de arte culminó. Fue maravilloso. Y la forma de hacer el humor cambió para siempre, el objetivo de todos ellos fue ser así de rápido, ser mejor, encontrar la forma de superarlo, pues si no lo hacían, no serían nada. Estarían muertos.

Esto es marcar de chilena... sin levantarse.


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